Recuperar el edificio del antiguo almacén de maíz del Molí de cas Comte, las últimas y desafortunadas intervenciones que sufrió el edifico ocultaban el gran potencial de este espacio.

Se crea un paso perimetral, se eliminan todos los cuerpos adosados al edifico para recuperar el almacén como volumen aislado de los edificios vecinos.

Uno de los grandes retos de esta intervención fue compatibilizar un edifico con un carácter muy marcado, recuperando la percepción del espacio interior original consistente en un techo abovedado de 3 crujías, con el uso de un restaurante con todos sus equipamientos e instalaciones que esto comporta.

Interesaba minimizar la intervención dentro del espacio más emblemático. Para conseguirlo,  se concentró todo el equipamiento e instalaciones en la crujía adyacente al paso perimetral dándole un tratamiento volumétrico a modo de caja ubicado bajo el gran techo abovedado. Mediante espejos adosados en la divisoria cocina-salón en remate de los arcos formados por la bóveda se consigue el efecto deseado, la reproducción de las bóvedas ocultadas por el tabique divisorio.

La zona destinada a bar se presenta como un espacio renovado, inundado de luz natural a través de una claraboya y un gran ventanal hacia el patio perimetral. Se crean visuales hacia el exterior que, junto a la luz natural, transforman completamente la cueva oscura con la que nos encontramos.